Nuestras manos cuentan historias que se ocultan entre nuestros universos
Nuestras piernas han sido jugadas por nuestros deseos
Nuestras manos pequeñas destruyen el silencio
Nuestras bocas han sido calladas
Nuestras piernas dan placer
Nuestras piernas han cargado más de lo querido
Nuestras manos han llenado lienzos de amor
Nuestras bocas descaradas que muerden y explotan
Nuestras bocas ya no están cerradas
Nuestras piernas prefieren la tierra firme
para trepar montes y peñas pero si vuelan cruzan puentes y ciudades enteras
Nuestras bocas han hablado y exigido nuestro lugar
Nuestras bocas también son un instrumento de poder
¿Cuántas cosas no estamos obligadas a hacer por lo que dice nuestra boca?
Nuestra boca nos sirve para hablar y decir -aquí estoy y esta soy yo-
Nuestras manos nos salvan
Nuestras bocas no temen al rojo carmín
Nuestras piernas han recorrido territorios como nómadas
para lograr encontrar un lugar seguro
Nuestras piernas mueven, bailan y corren
Hasta nuestras bocas pueden ser enjuiciadas
Nuestras manos largas o pequeñas alcanzan para agarrarnos fuerte a la vida
Nuestras manos han experimentado placer prohibido
Nuestras bocas reflejan nuestros mejores y peores momentos
Nuestras bocas que se convierten en fuego
Nuestras manos ya no están solas
Nuestras piernas han gozado bailes y maratones como han sufrido partos y abortos
Nuestras manos construyen puentes entre nosotras
Nuestras piernas son una parte fundamental de nuestro cuerpo,
nos permiten andar, caminar, correr, flotar, defendernos.
Nuestras bocas son la fuerza que nuestra voz exige
Nuestras piernas tienen compañeras
Nuestras piernas han sido reprimidas, haciéndonos pensar que era mejor cubrirlas
Nuestras piernas construyen caminos de reencuentros
Nuestras manos son capaces de dejar ir y soltar el daño
Nuestras bocas ya no necesitan permiso
Nuestras bocas con lenguas filosas que no le temen al corte
Nuestras manos que agarran la vergüenza y la convierten en palabras
Nuestras manos también pueden hablar
Nuestras piernas que mueven nuestros sueños
Nuestras piernas tienen mil destinos
Nuestras piernas pueden sostener toda una vida,
duras como árbol pero flexibles para seguir andando en los recovecos del camino
Nuestras bocas fueron apagadas,
fueron amedrentadas,
fueron traumadas
pero ha sido mayor nuestro anhelo de romper esos recuerdos
Nuestras bocas fuertes que le dan sonido a lo de adentro
Nuestras piernas en la adolescencia empiezan a adquirir otro significado.
¡Qué buenas piernas tienes!
y entonces nuestras piernas
se esconden,
se avergüenzan
y empezamos a creer que nuestras piernas son un instrumento maligno,
que nadie debe ver,
que está mal querer nuestras piernas,
y las ocultamos.
Nuestras bocas tienen fuego
Nuestras bocas que traen las historias anudadas en los labios
Nuestras manos que habitan
Nuestras manos han creado la historia
Nuestras manos se llenan de recuerdo
Nuestras manos descubren el placer
Nuestras manos han cargado, han alimentado, han cuidado
Nuestras bocas son capaces de aprender a exhalar y sacar con aire y tos lo que se ha agarrado con fuerza y nos enferma
Nuestras piernas fuertes cargan las tristezas
Nuestras manos han ocultado, huido, han apagado sueños
Cada boca es única y misteriosa
¿o acaso una boca con lunares no es provocadora?
Provocadora porque sabes que te están mirando a la boca,
que otras personas que tú no quieres quieren devorarte la boca.
Nuestras piernas que reclaman justicia
Nuestras manos pueden tocar la música más alegre y bonita en las fiestas
Nuestras manos que guían la verdad
Nuestras piernas que marchan
Nuestras bocas han criado,
han generado revoluciones
han amado,
han odiado,
han maldecido
Nuestras piernas han dado generaciones que hilan sus pasiones
Nuestra boca que exalta
Estas manos que tenemos nos hacen fuertes,
con nuestras manos podemos sostenernos, ayudarnos, apretar, querer, explorar, sentir.
Nuestras piernas no se encogerán más al sentir una mano ajena entre ellas
Nuestras bocas que hablan fuera de la clandestinidad
Jaz, Gabriela, Andrea, Luna y Karina
29 de febrero 2024
Edición 12
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